Así como se habla de propiedades físicas y químicas, se puede hablar de cambios físicos y químicos.
        Las sustancias que sufren un cambio en sus propiedades químicas experimentan un cambio químico. En estos, la composición de la sustancia se modifica y se forman nuevas sustancias con propiedades físicas y químicas diferentes de las de partida.
Un ejemplo lo constituye la reacción de descomposición de la azida de sodio (NaN3) en el interior de un airbag o bolsa de aire.  Ante un impacto del auto, un sensor genera una chispa eléctrica y esto desencadena la reacción de descomposición de la azida en sodio (Na) y nitrógeno (N2) que, al ser un gas, permite que el airbag se infle. Las sustancias formadas, sodio y nitrógeno, tienen propiedades físicas diferentes a las de la azida.
 
        Aquellas sustancias que experimentan cambios en sus propiedades sin alterar su composición, se dice que han sufrido un cambio físico. En este tipo de transformaciones, no se forma una nueva sustancia. Son ejemplos de cambios físicos los cambios de estado, dimensión, forma, propiedades magnéticas y conductividad eléctrica. Por ejemplo, el azufre funde a 115oC. Tanto el azufre líquido como el azufre sólido tienen diferente apariencia y exhiben propiedades físicas distintas, sin embargo, su composición no cambia, es decir, son químicamente idénticos.





Última modificación: miércoles, 19 de octubre de 2022, 00:25